Buenas series sin continuidad. Si no hacen toda una temporada adicional para cerrar círculos, ¿no podrían hacer un capítulo extra donde se resuma el destino de los protagonistas? La serie de Marco Polo, más allá de su excelente fotografía y producción, me abrió los ojos al respecto de la cultura mongol, avanzada en muchos aspectos. El nieto de Gengis Khan, un verdadero líder, se enfrentó, como todos los líderes, a política palaciega, a luchar contra sus miedos e inseguridades e incluso a hijos desobedientes y esposas celosas. Pero en aras de continuar la mercadotecnia del mundo occidental, no se sabe mucho de todo esto. Tampoco se conoce que en la corte del Khan se pareciaba el consejo de los foráneos, o que se legisló el respeto a las mascotas.
Pero terminó. Ya no supimos la suerte de la chica que apenas escapó. Tampoco del Khan, ni de Marco Polo mismo. Tendré que investigarlo, desde un punto de vista histórico, pero al menos la serie despertó esa curiosidad.
El Guerrero de Chinatown, menos ambiciosa y con muchos clichés, desarrolla una historia a la mitad de Good Fellas y El puño del Dragón. Franco homenaje a Bruce Lee, basado en su idea de una película que retratara Chinatown en San Francisco, también fue truncada. Solo nos dejaron tres temporadas.
Hay un movimiento en X para apoyar la serie y, dado que Netflix la compró, se grabe la cuarta temporada. Qué bueno sería. Sentaría un precedente.